La elección de una silla romana depende de varios criterios esenciales. Los hemos seleccionado y te los presentamos en este artículo. En primer lugar, debes definir tu uso. Así es como determinarás si el modelo es apropiado para las actividades físicas que planea realizar. Echa un vistazo a nuestra guía comparativa si aún no has encontrado el modelo que mejor se adapte a tus expectativas.
Las dimensiones
Ten en cuenta tu complexión antes de elegir una silla romana. Un modelo compacto, plegable y ligero es más fácil de almacenar. También se adapta a una persona pequeña. Por otro lado, si es bastante alto, siempre tómate el tiempo para comprobar las dimensiones del producto en la ficha técnica o pide consejo al vendedor si piensas comprar tu silla romana en una tienda física. En cuanto al peso máximo soportado, la mayoría de las sillas romanas pueden acomodar hasta 100 kg.
Los resultados esperados
Antes de comprar una silla romana, debes definir un programa y un método que puedas seguir para alcanzar tus objetivos. Por lo tanto, la frecuencia de uso es muy importante en este caso. Si piensas que estás trabajando en tus músculos pectorales, tus hombros, elige un modelo con una estación de inmersión. Además, aunque ya estés trabajando en tus abdominales, piensa en un modelo en el que puedas trabajar en la parte superior de tu espalda. ¿Mantenerte en forma o tener más masa muscular? La respuesta a esta pregunta te ayudará a encontrar el mejor modelo.
Comodidad de uso
Para obtener el máximo beneficio del uso de una silla romana, ésta debe ser lo más cómoda posible. Esta comodidad también te permite estar más motivado para entrenar tantas veces como quieras. Esto se traduce en una buena estabilidad, un mejor agarre de las manijas, un respaldo cómodo y grueso, un armazón robusto, etc.
Aquí encontrarás algunos ejercicios para hacer con una silla romana.